Emiliano es cartero de un pueblo pequeño. Le gusta mirar el remite de las cartas y les tiene envidia porque ellas pueden viajar y él no. En su pueblo vive también una bruja, la bruja Nacarina, y un día…
Al casarse, Clementina soñaba con una vida llena de aventuras y descubrimientos.
Arturo le proporcionaba una vida tranquila y sin sorpresas.
Un día decide vivir a su manera, elegir por si misma y tomar sus propias decisiones.
Cuando Arturo encuentra su casa vacía no entiende nada…
Un cuento para trabajar la coeducación, la igualdad…
En este enlace puedes «leer» el cuento de Arturo y Clementina.
Habia una vez un niño que se llamaba NINGUNO y le iban pasando muchas historias y se iba buscando mucho amigos.
Un dia se encontro con una chica que tenia unas pinturas magicas y la chica se las regalo a Ninguno.
Ninguno dibujo muchos animales dibujo cienpies con botas de futbolista, mariposas con romobos y elefantes con camisetas de cuadros.
Todo lo que dibujaba se hacia realidad.
Tambien dibujo un perro con las orejas azules pero los padres de NINGUNO no lo querian en casa.
LUISA BUDACA
Yaga era una bruja que con su trompeta lanzaba malas ideas a la gente. Un día llegó a la ciudad de Yaga un hombrecillo que lanzaba buenas ideas con su flauta y podía a las malas ideas de Yaga.
Un día el hombrecillo pidió a Yaga que le hiciera más grande. Como era tan grande no podía tocar la flauta y otra vez las malas ideas volvieron a la ciudad.
Un día un pajarillo entró en casa de Yaga y trinó en su oreja. A Yaga le gustó y no tocó más la trompeta. Pero el pajarillo se escapó y Yaga se quedó muy triste.
El hombrecillo fue a casa de Yaga para que le hiciera pequeño. Encontró a Yaga muy triste. Yaga ayudó al hombrecillo y le pidió que tocara la flauta. entonces Yaga se hizo buena y ya no tocó más la trompeta.
Alberto Lecumberri del Castillo
No hay manera de que el abuelo tire sus viejas zapatillas. Pero la abuela no se da por vencida y utiliza mil trucos para conseguirlo, hasta que por fin…
El zorrito Pirulí, tan guapo, tan elegante, está encantado de ir a la ciudad; pero en la heladería se despista y desaparece sin más. Su pobre madre no sabe qué hacer para encontrarlo. Pregunta a una paloma, a un águila, un ratoncillo, un búho y una tortuga, ¡y no hay manera!. Nadie ha visto a un zorrito tan maravilloso, tan distinguido y tan perfecto.
Max se entera por el periódico de que su vecino el mago ha muerto. ¡Pobres palomas y conejos! ¿Quién cuidará ahora de ellos? Por eso decide ir a la casa del mago, pero allí le espera una tremenda sorpresa.